miércoles, 9 de septiembre de 2015

Panda, una pastelería japonesa en Madrid

Está claro que me encanta todo lo japonés y también los dulces, por lo que una pastelería japonesa en Madrid es algo que no me podía perder (aunque dulces y tartas japonesas ya he probado bastantes en Okashi Sanda, que ahora en septiembre se traslada a Malasaña). Y eso es Panda by Hattori Hanzo.

En realidad se trata de que el restaurante o taberna japonesa Hattori Hanzo abre a la hora de merendar con un surtido de dulces y bebidas muy particular, que además tienen para llevar (y en unos paquetitos encantadores). Pero creo que las fotos (aunque yo nunca haya sido muy buena fotógrafa) en este caso hablan más que las palabras:

Yotsuba también quiso venir

Swiss roll de té verde matcha

Dorayaki sakura

Refresco japonés (ramune) de melón

Sakura iced latte 

Todo está buenísimo y he probado alguna cosilla más de las que desgraciadamente  no tengo fotos (en varias visitas ya), como el anpan que también es uno de mis favoritos.  Los sabores que predominan son las fresas, rosas, frambuesas, té verde matcha,  judías rojas (azuki) y sésamo negro. Una bebida que me llamó bastante la atención fue una infusión fría de cebada, que tengo entendido que también existía hace mucho tiempo en España pero que nunca había visto hasta ahora. Por supuesto, hay una variedad enorme de tés, lattes y otros refrescos. Y alguna cosilla salada para picar, que me queda pendiente, sobre todo alguno de los bollos bao. Pero claro, lo salado siempre pienso que lo dejaré para una visita para cenar.


La decoración del local es peculiar, el restaurante parece una calle japonesa con sus puestos de comida y tabernas y en la zona de  meriendas te sientas a la altura del suelo, es una especie de tarima y debajo de las mesa hay un hueco para los pies. La música es suave y la atención al cliente es buena. Te reciben con mucha cortesía y te explican todos los productos, haciendo recomendaciones ya que es un mundo muy diferente y te puedes perder un poco con tanto para elegir. Y luego te dejan que te relajes tranquilamente merendando, aquí no hay prisas y puedes trasladarte por un momento a Japón ( o a donde quieras ;) )


Es un poco caro, pero merece la pena el capricho de vez en cuando. Y la calidad es acorde con el precio, producto de buena calidad y tratado con cariño, todos los detalles están muy cuidados.

La única pega: está situado detrás de la Gran Vía, muy céntrico, pero da a la calle Desengaño, las vistas no son las más agradables.

Panda by Hattori Hanzo
Calle Mesonero Romanos 17
Madrid

abierto todos los días de 17 a 21 horas




















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